PREGÓN DE PEÑA LOS AUTÉNTICOS
¿QUÉ ES PARA NOSOTROS LA ZARZA?
Hay una semana del año que rima especialmente con palabras como charanga, verbena,
jolgorio o reencuentros. Durante la semana alrededor del 10 de agosto nuestro pueblo, La
Zarza de Pumareda, se viste de fiesta.
Con las fiestas de La Zarza, pasa como con las tortillas de patatas, todos sabemos quien
hace la mejor y como con las tortillas, no hacen falta argumentos para justificar la
afirmación.
¿Cómo vas a explicar a alguien lo que se siente al volver a los veranos de nuestra infancia,
de nuestra adolescencia, o sin ir más lejos, al del año pasado? ¡No se puede, se vive y
punto!
Estas fiestas son tan especiales que los zarceños organizan las vacaciones en torno a ellas
para no perderse nada. Estos días, en los que la España Vaciada deja de serlo un poquito
menos y La Zarza como cualquier pueblo, gana enteros de belleza. No tanto por los
banderines en sus calles que permita el presupuesto, si no, por la alegría y la luz que da ver
a los hijos, nietos y hasta los bisnietos en la misma casa.
A muchos familiares se les recibe de año en año y aunque hayamos aprendido que las
videollamadas sirven para no olvidarse de las caras, no hay nada que sustituya un buen
abrazo y “ponerse al día” con la familia, con los amigos como se ha hecho siempre, vino o
cerveza mediante.
Dicen que en La Zarza y más en las fiestas, se bebe demasiado y yo siempre respondo que
es lo normal porque 365 días dan para mucho y que entre las novedades puede haber
noticias por las que brindar. Pero ojo, no te esfuerces en impresionar, poco va a importar
ese ascenso recién estrenado, la familia que empiezas a formar, que tu siempre seguiras
siendo la pequeña de la…, el chicho de…No tiene ningún misterio ni pérdida dejar atrás de
donde has venido para centrarnos en la realidad de donde estamos. Esto podría llevarnos a
caer en la trampa que siempre ha habido clases, ¿ o me vais a decir que es lo mismo una
peña con sofá o sin él? ¡Ay si los sofás hablasen…!Si esos sofás hablasen, lo primero que
dirían es que necesitan una limpieza. Luego, habría que pagar su silencio porque las fiestas
de La Zarza son patria de las primeras veces, el primer amanecer con los amigos, las
primeras copas, la primera noche de farra sin hora para volver a casa, porque aquí todos
nos conocemos y no hay que preocuparse. La primera vez en que un albornoz y unas
paletas te sirvieron para ir de juerga porque uno sabe cuando es el concurso de disfraces
pero se le vuelve difusa la línea que marca el final.
La plaza donde bailar es lo más, sentirse libres y saltar como locos cuando suena “Fiesta
Pagana”, cantar a voz en grito “Torero”, hacer caso al cantante de la orquesta cuando nos
pide movimientos imposibles al ritmo de “Paquito el Chocolatero”, o bailar agarraos que es
lo usual en cualquier verbena que se precie. Aquí no eres nadie si no sabes defenderte en
un pasodoble y cuando acaba el baile, volvemos a nuestra vida. A eso que pasa entre la
fiesta de un año y la del año siguiente, sumidos en obligaciones, el hormigón y el asfalto y
con la sensación de que La Zarza y sus fiestas no deberían ser solo para el verano.
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FELICITACIÓN NAVIDEÑA DE PEÑA AUTÉNTICOS
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