Ana Manuela Torres Vaquero Maestra Nacional |
¿Cómo era Da. Anita en la escuela? |
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Nada mejor que el testimonio de alumnas suyas para saberlo. |
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Ellas nos lo cuentan |
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-Encontramos a Visita y su esposo Raúl regando el jardín de su casita en Aldeadávila. Significativo, que sin saber el motivo de nuestra visita nos dice de entrada- “Mi amor a las flores y plantas me viene de mi maestra Da. Anita” – Sigue, sigue contándonos cosas de tu maestra, que ese es el motivo de nuestra visita-.
“Nos asignaba a cada una su “cantero” que cuidábamos y adornábamos con ramitas de árboles.. (mimbre) a manera de rejilla, haciendo arcos. En verano, vacaciones, seguíamos al cuidado; pedíamos la llave para entrar a regar nuestros pensamientos, alhelíes, etc...El agua la traíamos de la fuente “El Prao”. En el invierno, los tiestos entraban y salían: El sol, los hielos. Para el frío, nos dejaban llevar una latita con brasas de la lumbre de casa.”
“De labores,
bordados y cosidos, también aprendímos mucho”
“La
Historia Sagrada y de España la escenificábamos. A cada una nos asignaba un
personaje y así aprendíamos y nos divertíamos; y reteníamos los nombres muy
bien y fácilmente.”
“Si había
alguna alumna un poco retrasada o deficiente cada día se sentaba con una niña”
“Mi
madre también fue a la escuela con ella” –
37 años dan para
mucho -
“Nos
enseñaba muchas canciones; que a la mayoría le ponía letras suyas”
¿Era
Da. Anita exigente, pegaba?
- Por aquel entonces imperaba: “la letra con sangre entra”-.
-Visita presume orgullosa que a sus 83 años, todavía, escribe sin faltas de ortografía.
(Manolo- Aldeadávila, 2001)
(Visita falleció: 07.03.2012)
-Dime,
Dolores, lo primero que te venga a la mente sobre Da. Anita. –
“Pues mira, antes, había ricas y pobres”
–
y ahora también, le digo
-
“No, no; pero antes eran de verdad. Las pobres que no teníamos nada, ni un
trocito de tela en el que aprender a bordar, ella, nos lo daba”.
-¿Qué otros recuerdos tienes?- "Muchos, muchísimos y cuantos más años tengo más los recuerdo. Representábamos comedias y cuadros de baile (María de la O, etc.), para los que preparábamos el vestuario con sayas, mantones de Manila, etc. y disfrutábamos mucho"
"Los jueves por la tarde teníamos paseo, recreo; no teníamos escuela; pero ella nos convencía para que acudiéramos y si hacía bueno nos llevaba de paseo" - ¿Por ejemplo?- "A la Peña de Las Pilas allí jugábamos, cantábamos y con piedras hacíamos un mapa mudo de España y fíjate que después iba yo con las ovejas, muchos días después y todavía el mapa seguía en su sitio; y me gustaba pasar por allí y contemplarlo.
"Nos tenía prometido que uno de los jueves nos llevaría al río. Esta tarde que hace bueno iremos al río, dijo un día. Por la tarde todas con nuestra merienda y listas para la gran aventura. Llegamos hasta "El Hornito" zona de abundantes escobas y allí llevamos a cabo su plan: Cada una recogimos e hicimos nuestra escoba para después barrer las lanchas de la escuela. Merendamos y, como nos hizo ver, se había hecho tarde y el río quedaba para otro día (día que nunca llegó). Contentas regresábamos a casa con nuestras escobas. Ahora con la experiencia y perspectiva te das cuenta que tenía razón, cómo nos iba a llevar al río con el peligro que eso entrañaba; pues éramos un grupo grande y algunas pequeñas.
¿Recuerdas algo negativo, algo malo de tu maestra? - Pues.... no...no.. Sólo que era muy estricta, exigente. Quería y le gustaba que aprendiéramos: ¡INGRATAS, QUE SOIS UNAS INGRATAS! , nos decía a veces muy enfadada. (Manolo- La Zarza, 2001)
Es unánime el recuerdo positivo, emocionado y de agradecimiento que todas las entrevistadas tienen hacia su maestra. Todo son elogios. Al preguntar qué era lo peor de Da. Anita, después de pensar un ratito, todas venían a decir casi lo mismo: Que no recordaban nada malo. Sólo como todo mal, que era exigente, muy exigente. "Ya que teníamos la oportunidad de aprender, debíamos aprovecharla. Era nuestra obligación y la suya, nos decía".
Anastasia nos recitó esta poesía dedicada a su maestra de la que fue autor de la letra su padre (Juan-Francisco) y ella declamó como homenaje ante Da. Anita:
(Manolo - La Zarza, 2001)
Querida maestra |
profesora sabia |
el cielo os bendiga |
por vuestra enseñanza |
Y son vuestras luces del saber |
que buenas y sabias |
nos habrán de hacer |
Después de mis padres |
siempre os amaré |
seréis el modelo |
que yo imitaré |
Al dejar la escuela |
nunca he de olvidar |
y en el pecho mío |
os alzaré un altar |
. |
(Juan Francisco Hernández) |
Conversando con Nati, me indica: - Yo fui poco tiempo a la escuela con Da. Anita; fue durante la guerra; el año 38 sería. A punto de jubilarse. Mi hermana Lumi estuvo más tiempo y recuerda muchas cosas.
- Hasta que Lumi nos cuente sus recuerdos, seguimos con los de Nati.- Mis tías decían: "Da. Anita enseñó cosas que ella no sabía" - Dime, cómo se come eso - Mis tías eran jóvenes estudiantes en la Escuela de Magisterio y ella al final de su carrera; pero preocupada por estar al día le preguntaba a ellas sobre distintos temas para ponerlos en práctica y tener a sus alumnas a la última. Conversaba mucho con ellas - Digamos que se que se intercambiaban mutuamente experiencias de las que todas saldrían beneficiadas; también sus alumnas, destinatarias finales, ¿no?-
-¿Qué más? - Trabajaba a fuerza de machacar. Su sistema para enseñarnos la ortografía hizo que todas escribiéramos correctamente y sin dificultad; se nos quedaba fácilmente.
Sobre el trabajo bien hecho nos decía: "Nadie te va a preguntar cuánto tiempo echaste en hacerlo"
-Dime algo negativo; algo tendría malo - Que era exigente; pero conmigo y mis hermanas nunca tuvo problemas. Con algunas que no atendían puede que fuera más exigente. Cuando se enfadaba nos decía: ¡INGRATAS!, ¡CABECITAS DE MELÓN! . Su expresión máxima de enfado creo que era: ¡COJORVAS!
- Nati recordó - Una tarde la Historia Sagrada la dimos en Los Navazos: Moisés y las Tablas de la Ley -Imagino el teso de "los Navazos" convertido en el monte Sinaí- (Manolo, Salamanca, 2002)
Martina, es otra antigua alumna de Da. Anita y lo mismo que las anteriores, cuenta y no para cuando recuerda a su maestra:
"Toda mi niñez y más fui a la escuela con ella; desde los 6 a los 15 años; seguí uno más de lo habitual" - Y por lo que cuenta y cómo, vaya si la alumna Martina los aprovechó bien -
"En aquella época había escasez de todo; y de libros no digamos; pero las niñas teníamos libros para todas. Eran de ella, de Da. Anita. Nos los hacía forrar y cuidar con esmero, como joyas que eran -nos decía-. En la escuela de niños no tenían esa abundancia ni variedad como en la nuestra. Romanceros, historia,... de todos los temas y para todas"
"Siempre me he sentido orgullosa de la buena educación recibida en aquellos tiempos. Luego en la ciudad me sirvió de mucho, pues yo sabía qué era una onza, una libra y todas aquellas equivalencias de pesos y medidas. Me desenvolvía en las tiendas mejor que las de ciudad. Lo mismo en otros campos de la educación y la cultura. Todavía ahora, alguna vez me sale a colación la "Carpetovetónica" y mis nietos y hasta su padre, se ríen de mí, porque yo creo que no saben muy bien de qué les hablo" -dice Martina riendo-
"Con el paso del tiempo, pronto te das cuenta que tuvimos mucha suerte con aquella formación tan completa, que aparte de las materias básicas teníamos formación complementaria con interpretaciones de canciones y obras de teatro. También en labores de bordados, cosidos, zurcidos,... practicamos y aprendimos mucho. Otro tanto de jardinería y cuidado de plantas que cada una teníamos asignadas en el jardín de la escuela, que daba gusto verlo".
“A
la edad de ocho años, nos mandaba comprar un metro de tela blanca a cada una.
Nos enseñaba todo tipo de costuras: “francesa”, pespuntes, dobladillo
simple, vainicas, festones de toda clase, puntos de incrustaciones,… luego nos
mandaba hacer con la tela que quedaba recortes a tijera de piezas en cuadrado y
en redondo que luego íbamos uniendo formando una especie de tapiz”. -
¿Lo que hoy se llama “patchwork"? –pregunto-
“También
en ocasiones nos enseñaba a hacer malla con aguja para estores. Puntos de
media, bordados… sabía de todo! La que no aprendía es porque no quería!
Porque Dña. Anita mostraba el mismo interés por todas nosotras.”
Martina sigue recordando - "Si Da. Anita alguna vez se encontraba mala le decía a su sobrina Lorenza -Cuando suba Martina le das la llave de la escuela para que vaya abriendo- En más de una ocasión si ella tenía que ausentarse me dejaba al cuidado de las demás niñas -Deduzco por todo lo que Martina recuerda y cómo que ella hubiera sido una buena maestra. Fíjate que digo maestra, no profesora. Según el testimonio de sus alumnas Da. Anita fue una auténtica maestra, y eso en su tiempo tuvo mérito, que todas le reconocen-
"Recuerdo que más de un día retrasaba la hora de salida. Y como alguna niña dijera: -Da. Anita el reloj ya ha dado la una- ella contestaba que no había oído nada - No obstante, decía: Martina y otra niña, acercaros al Torreón a ver si es la hora- Así mientras íbamos y veníamos, habían pasado cinco minutos, los necesarios para que acabaran el trabajo las que no lo habían hecho"
"Varias veces fuimos caminando, mi maestra y yo, a Cabeza del Caballo, donde había una maestra que sabía mucho de canto. Íbamos a aprender canciones que luego enseñábamos aquí a las demás" En la iglesia cantábamos en misas y hasta en las de difuntos- Según opinión de las demás alumnas, Martina cantaba muy bien, tenía buena voz y oído musical. Siempre tuvo papeles protagonistas en las muchas interpretaciones teatrales y musicales que organizaban-
"Un inspector que se hospedaba en nuestra casa (fonda) durante los dias de la visita a varios pueblos, comentó a mis padres en mi presencia sobre Da. Anita: -Lo que tiene de fea lo tiene de buena maestra; es de las mejores, sino es la mejor de toda la provincia- " - Aclarar que estas opiniones sobre la maestra coincidían con el final de su magisterio -
Habrá que seguir escuchando a esta alumna, que sabe mucho de Da. Anita. Ni la más mínima duda que Martina fue una de las alumnas preferidas de aquella maestra; sino la que más; mereciéndolo, con una relación excelente y recíproca maestra-alumna. (Manolo y Jose Manuel -La Zarza-Bilbao, 2004)
Josefa es otra alumna de aquella maestra tan recordada. Y esta su carta con sus recuerdos:
Sevilla, 19-4-2009 Recordando a mi maestra
Nací el 8-4-1924 en Zarza de Pumareda, donde estuve hasta los 33 años. Desde entonces vivo en Sevilla donde me han acogido como a una andaluza más; pero los recuerdos de mi tierra y mi niñez nunca se olvidan y entre ellos el de mi inolvidable maestra Dª Anita.
Aquí en Sevilla voy a un Centro de Enseñanza de adultos y me preguntan sorprendidos ante algunas de mis respuestas donde estudié; con orgullo digo: En mi pueblo, en la escuela que había de niñas, unas 60, desde 6 años hasta 14, con una sola maestra, que se valía de algunas cosas, hacer que las aprendiéramos cantando, como los reyes godos, el descubrimiento de América, la muerte de Isabel la Católica, etc.
Llenaría un libro contando como fue mi maestra tanto como buena persona, lo mismo que su manera de enseñar a madres e hijas en sus más de 30 años en el pueblo.
Para no hacer largo este escrito solo cuento lo siguiente.
Por la tarde de los jueves teníamos vacaciones que ella las aprovechaba para llevarnos de paseo y con pequeñas piedras hacíamos mapas en el suelo; la historia de España, hacíamos batallas, por ejemplo la del Dos de Mayo, unas éramos los franceses y otras los españoles.
Mirando el cielo nos decía, llegará pronto el día que los hombres lleguen a la luna.
Yendo a la escuela se proclamó la Segunda República, que su gobierno ordenó suprimir la clase de religión y retirar el Crucifijo que presidía la escuela, pues bien, esta maestra retiró todo lo religioso una noche y en su lugar colocó la Alegoría de la República. Por la mañana muy triste nos dice, esto que veis son órdenes superiores, sin más comentarios.
Conocí la vuelta a la escuela del Crucifijo, y ese sí que fue uno de los días más felices de mi maestra, niñas y padres, todos juntos sacerdote y Ayuntamiento en procesión y con repique de campanas, el señor alcalde colocó el Crucifijo en su sitio, nuestra maestra entre otras cosas dijo, niñas, ya puedo seguir enseñándoos la Historia Sagrada.
Cual sería su vocación, interés y paciencia, pues por las tardes del invierno teníamos que decirle (para salir) Da. Anita, que ya están las luces encendidas, pero se hacía la sorda.
Termino, aunque sea tarde pido en nombre de las alumnas que aún vivimos una calle en Zarza con el nombre de Dñª Anita Torres Vaquero. Es una petición que ruego atienda el Exmo. Ayuntamiento de mi pueblo Zarza de Pumareda
Josefa Egido Calvo
< Fragmento de la carta de Josefa, de 86 años, que es buena muestra de ortografía y caligrafía.
* * *
De palabra, Josefa me comentó: "Cuando abandonas el pueblo para vivir fuera y con el paso de los años es cuando te das cuenta del valor de aquella enseñanza y la suerte de haber tenido una maestra como Da. Anita" (Manolo, Agosto 2009) |
Nombramientos de propiedad en Tirados de La Vega (1894) y en Zarza de Pumareda (1901) |
Pulsa en la imagen para ampliar Nombramiento de propiedad en Tirados de la Vega 1894 Firmado por Mamés Esperabé
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Pulsa en la imagen para ampliar Nombramiento de propiedad en Zarza de Pumareda 1901 Firmado por Miguel de Unamuno texto >> _____ El original de este documento se encuentra en las oficinas de la Gestoría Administrativa ACS de Salamanca
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Universidad
Literaria
Salamanca
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OTROS DOCUMENTOS INTERESANTES |
Son
varios los testimonios que recibió de alumnas, que ya fuera del pueblo,
le agradecían la formación recibida, en algunos casos a la altura de
los institutos, causando sorpresa cuando los examinadores comprobaban que procedían de
una pequeña escuela de Enseñanza Primaria.
A la
derecha fragmento de la carta que Aurora Martín (religiosa salesiana)
envió a su maestra en este sentido. |
... | |
Esta carta
está fechada en:
Salamanca, 19 , VII , 36 |
Si mantienes el cursor sobre la pequeña imagen puedes ver información |
Pincha para ampliar |
Reloj de la vieja escuela de niñas - Estas imágenes corresponden al reloj que había en la escuela de niñas; algunas alumnas lo recordarán. El azar hizo que cayera en manos de José María Nieto (El Sevillano) nieto del tío Aniceto. Su afición a recuperar viejas máquinas ha hecho el milagro; pues esta pieza estaba abandonada en estado deplorable, totalmente oxidada. Jose Ma. con paciencia y su buen hacer ha conseguido "que recuperara su brillo y esplendor, pero no su funcionamiento ya que le faltan algunos engranajes y fabricarlos de nuevo es realmente costoso; pero al menos se ha salvado de la desaparición". Y añade: "Se trata de un reloj Morez (muy apreciados), fabricado en la segunda mitad del siglo XVIII." (Sevilla 2005) |
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HIMNO |
Viva,
viva San Lorenzo |
Luz Divina, Luz del Cielo |
Esplendor de toda España |
Sol hermoso de este pueblo. |
... |
Alabarte
es nuestra honra, |
Imitarte nuestro celo, |
Aclamarte nuestra dicha |
Y ensalzarte nuestro anhelo. |
... |
Tu corazón fue singular |
Pues causó un río |
de amor sin par. |
... |
Herid en |
Para sentir dulces incendios |
De amor por ti. |
... |
Confiemos pues (bis) |
Que al morir te hemos de ver. |
... |
MARCHA |
De
tu nombre glorioso la fama |
Llenó el orbe de sacro fulgor |
Y a San Lorenzo mártir se aclama |
De La Zarza supremo Patrón. |
... |
Con aromas de místicas flores |
Nuestras alma |
Y sus puros fervientes amores |
Embalsaman fragantes tus pies |
... |
Al honrarte
en tu fiesta te piden |
Tus devotos con fe y con afán |
Que del cielo abundante le envíes |
Para el cuerpo y el alma su pan. |
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Gracias a Ana Isabel Jiménez por su labor de investigación para informarnos ampliamente de fechas y datos tan interesantes como desconocidos de nuestro personaje.
También a las alumnas de Da. Anita: Visita, Dolores, Anastasia, Nati, Martina y Josefa, que con sus testimonios, recuerdos, fotos, canciones y poesías nos han acercado a la maestra y a la persona.
A todos los que directa o indirectamente han colaborado aportando datos y detalles, también muchas gracias.