Repasando la página
he recordado que todas las alumnas de
Da. Anita entrevistadas y también algún mensaje en
el libro de visitas, muestran su decepción porque ningún
ayuntamiento, de los
muchos que se han ido
sucediendo, haya dedicado una calle del pueblo a
aquella maestra, que según ellas, merecía. Como aquí en La Zarza virtual es
más fácil y simple, en una más de mis osadías, cuelgo esta placa en su
memoria.
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Parecemos
niños y no adultos. Sí, niños
revoltosos y juguetones de
La Zarza correteando por las calles de sus personajes; como en aquellas
tardes de nuestra infancia en la
calle disfrutando con marros, brincas, mayas... ¡Qué lejos quedan !
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