Susana, desde Bahía Blanca - Argentina - me envía estas cartas con detalles curiosos e interesantes de las circunstancias que vivió su abuela, una zarceña que a sus trece años, emigró allá por el año 1911.  Con el permiso de su autora publico casi en su totalidad. Sirva como recuerdo y homenaje a su abuelita Mari-Cruz y a todos aquellos que emigraron dejando su pueblo al que jamás regresaron; pero que nunca olvidaron y llevaron siempre en su corazón. (Julio 2001)

..De: Susana - Argentina   A: “manuel hernández”   Fecha:  octubre 2007

Carta 3

Susana y su esposo viajaron en Septiembre 2007 a España, Salamanca  y La Zarza, patria chica de la abuela de Susana. Nos conocimos personalmente, pues ya habíamos contactado en los comienzos de la página. Entre otras cosas me prometió esta nueva carta con la trascripción de una grabación hecha a su abuela, efectuada antes de morir y que guarda como un tesoro que es para ella.   Aquí la tenemos:

 

-Abuela, adónde naciste?
-En la provincia de Salamanca, partido de Vitigudino, La Zarza de Pumareda. Y tenía una tía que se llamaba Leonor y un tío que vino a …, que yo le escribí una vez y resulta que no me contestó.
-A qué edad vino acá a la Argentina ?
-Aquí yo vine a los años 12 y tenía a mi hermana que me llamaba. Y vine aquí a este hospital, que no sé adónde está....

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-Y cuando fuiste para Carhué?
-Primero fui a Goyena a trabajar a lo de José García y me tenían de sirvienta para cuidar los chicos, y resulta que en vez de los chicos tenía que cocinar y tenía que lavar y tenía que todo. Las sábanas goteaban y goteaban, ¡qué iba a tener fuerzas!

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-Y acá en Argentina, cuantos de los hermanos tuyos vinieron?
-De los hermanos míos fui la única, y después vino mi hermano cuando estábamos nosotros ahí en ése campo.
-Y cómo se encontraron? Se escribían cartas?
-Y claro, se escribían cartas. Iba a venir mi padre también, porque yo quería que viniera a pesar de las patadas que me daba.
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-Bueno, y después, cuándo te casaste? Cuántos años tenías cuando te casaste?
-Yo me casé de 22 años.

...
 

-Y después adónde fueron?
-Y estábamos en lo de…, en lo de Iturbe primero y después fuimos a lo de Altube. Y ahí en lo de Altube él no quiso comprar la máquina porque le parecía muy cara y resulta que viene una tormenta tan grande, tan grande, y los otros tenían que cosechar, los vecinos, y resulta que se cayó el trigo, todo, pero un trigo bueno, bueno, sabes?. Y resulta que qué hacemos con la máquina, cuando los otros terminaron de cosechar vinieron todos a cosechar lo nuestro, pero ya era tarde y al año siguiente compró la máquina y era cuando se dio que no tenía grano.
-Era una época mala?
Ay, Dios! Lo que ha trabajado uno!. Ay, qué vida, qué vida!

...
 

-Y de allá, de España, qué es lo que más te acordás? Contame todo lo que te acordés de España
-De España? De mi madre yo me acuerdo de todo, de todo, me acuerdo de mi madre cuando me… Que teníamos un hermano que se llamaba…, ahora se me ha ido, ¿sabés que anoche me acordaba, hoy si yo tuviera un chico que le pudiera poner? Se llamaba?, no me acuerdo... Tenía un hermano que se cayó de una planta, que andábamos agarrando pajaritos, estábamos cosechando y entonces se cayó y se cayó el pobre en ésa piedra que parece que tenía un filo y era blanca. Después otro día fue a darle, era muy trabajador, a darle para que se cayeran las bellotas, la planta, entonces agarró la piedra y le tiró así, y la piedra se le vino a la cabeza, y no sé cuánto vivió así, y vino a morir joven como era. Tenía más años que yo. Daniel se llamaba
Las vecinas eran muy buenas, porque mi padre se había casado, me querían mucho, todas. Vivíamos cerca del Duero y decían a la hermanita, pobre, se le cayó el hermano en el Duero. El Duero es más grande, es tan grande como el mar, digamos que lo más grande primero es el mar y después es el Duero. Entonces el chico se cayó y la pobre chica lloraba, lloraba. Nosotros de ahí íbamos a la aceituna, el patrón me ponía en el caballo las alforjas y tenía que ir ayudando para que no se me cayeran las alforjas. Y eran dos viejitos, la viejita y el viejito, me ponían el pan arriba y yo con un hambre… y no podía agarrarlo, pero lo ponían arriba porque era la costumbre.

...
 

-Y después la vez que te caíste al río?
-Y después el cura falleció y entonces yo me vine al pueblo, y mi padre estaba trabajando ahí. Entonces, yo sabía que se había muerto el cura, y encerré los animales y me vine y no fui a las casas, y entonces fue la madrastra a llevarle la comida y me agarró de la mano y me llevó y yo no quería ir, y yo lloraba. Mira, ha pasado uno cosas…
Otra vez, íbamos al río y el río iba con fuerza, entonces son unas piedras un poco altas así, son 32 piedras. Eran pero a lo largo, entonces yo, ya mareada, con 32, vos sabés lo que es! Y ahí erré el pié y me caí y a lo mejor el agua me llevaba. Y entonces cayeron ellos dos, mi padre y el otro muchacho, y fueron y me sacaron. Y yo toda mojada… Imaginate, me bajé del caballo y después las vecinas ¡cómo renegaban!: ¡pobre María!. Y yo con toda esa agua… Si era frío o era calor, no sé cómo era…
-Y vos viniste en un barco?
-En el barco, haciendo 22 días. Veintidós días yo vivía. En el barco vine con un hombre casado que era…, no sé como dice el papel. No era pariente, venía, como? No sé… Trajeron de Vitigudino un pariente que nos trajo hasta ahí, hasta que veíamos la mar y después…
-Y cómo era la canción que cantaban los campesinos allá en España?
-Esperáte, que ya ahora, mijito… “vámonos a la Argentina , el pobre trabajador, que en España ya nomás vive el pobre y el traidor, vámonos a la Argentina el pobre trabajador”
Venía un pobre, así alto como tu padre, alto, que él cantaba por ahí esas canciones y lo querían ahí en Buenos Aires para llevarlo porque cantaba bien y él no quiso y el pobre andaba por ahí para agarrar unos pocos pesos para trabajar…
-Vos te llamás María Cruz, qué más? Y el apellido?
-María Cruz Valle
-Y de tu mamá?
-Mi madre se llamaba Estefanía Rodríguez
-Y tu padre?
-Julián Valle
-Qué más te puedo preguntar?
-No, ya no sé más…

...

 

De: Susana - Argentina   A: “manuel hernández”   Fecha: 1 agosto 2001


Carta  2

Qué tal, Manolo?  Nuevamente me has hecho feliz con tu respuesta,  acá diríamos que parece cosa de "mandingas" (diablo o brujo para los aborígenes), esto de poder estar tan cerca de algo que por tantos años hemos creído tan lejano. Tengo que decirte que por mucho tiempo la existencia de La Zarza, fué, sobre todo para mi, una especie de fábula, como si sólo formara parte de los cuentos de mi abuela. En principio sólo teníamos como dato geográfico que quedaba a orillas del Duero, por que ella contaba que iba allí con sus hermanos, y sabíamos del partido y la provincia por que ella decía: "Yo nací en La Zarza de Pumareda, partido de Vitigudino, provincia de Salamanca", tan precisa era que este versito nos lo hemos aprendido toda la familia. También decía que desde allí se veía Portugal. Con estos datos nos ubicábamos en un espacio aproximado en los mapas, en dónde buscábamos un lugar que nunca aparecía.... 

La abuela se escribió con su padre hasta que este falleció, por la década del 50, inclusive después, Jerónimo, el hermano menor de ella, se escribió con un señor de Masueco que le hizo de gestor en la venta de la casa familiar, estas cartas están en mi poder y son muy interesantes en el aspecto que muestran cómo se jorobaban entre paisanos, al hacerse unos de mediadores en asuntos de otros. Cuando yo estuve en La Zarza, Margarita me contó que la segunda esposa de mi bisabuelo murió mendigando en las calles del pueblo, esta mujer era de Cerezal y se había casado con él al morir la mamá de mi abuela, antes de que ella fuera enviada a Argentina, según ésta porque no la quería y la maltrataba. Ahora yo pienso que quizá haya quedado en la calle al venderse la casa y como no tuvo hijos no ha tenido con quién vivir.... 

Haciendo un poco de historia te cuento: los padres de mi abuela fueron Julián Valle Sánchez y Estefanía Rodríguez, tuvieron tres hijos: Daniel, María Cruz, nacida el 24/10/1898, y Jerónimo, nacido el 18/7/1904. De Daniel no tenemos ningún dato, le hemos preguntado a Margarita pero ella no recuerda su existencia, mi abuela decía que una vez jugando a treparse a los árboles se había caído y se dió un golpe muy fuerte en la cabeza del cual nunca se recuperó y a consecuencia del cual había muerto algún tiempo después. A ella la enviaron a la Argentina en 1911, vino con un tutor, que era un conocido del padre y fue a parar a la casa de una conocida del pueblo. Tengo una cinta grabada de una conversación entre ella y mi hermano donde le cuenta cosas del pueblo, del viaje y de sus primeros años aquí. Ahora la he mandado a desgrabar porque cada vez que la escucho le encuentro cosas nuevas, cuando la tenga prometo transcribirte algunos párrafos que puedan ser interesantes para conocer cómo era la vida por ése entonces.....  

Por supuesto que podés copiar lo que quieras de mi carta en el sitio. Tal vez siga sirviendo para unir y alegrar gente como fue en mi caso ....... 

Un gran abrazo. SUSANA 

 


De: Susana Castaggnetto - Para: Manolo - Fecha: 09 Julio 2001


Carta  1

Manolo, ayer casi he muerto de alegría al encontrar tu página en Internet. Te escribo desde Argentina. Te cuento el porqué de mi emoción: 

Mi abuela, María Cruz Valle, nació en La Zarza el 24/10/1898. Fué mi única abuela extranjera y con la que más anos tuve contacto, además de ser su nieta mayor. Ella me hablaba mucho de sus años allí, anécdotas de niños, ya que vino para este país en 1911. Siempre me hablaba como si yo pudiera llegar a conocer su tierra, cosa que a mi siempre me pareció imposible, pero con los años un día el sueño de ella y mío se hizo realidad y en 1998, las dos pudimos por fin volver a La zarza, ella dentro mío, ya que falleció en 1981. Creo que necesitaré escribirte muchas veces para poder explicarte lo que significó estar allí: el indescriptible sentimiento de que aquello era volver y no llegar por primera vez. Mis sensaciones se vieron acrecentadas al encontrar casi por casualidad a Margarita Hernández Vicente (ella sí que es un libro abierto que puede contarte historias del pueblo), que me habló de mi abuela como si la conociera y me llevó a conocer la casa en dónde vivió ella, que es en dónde hoy vive Ascensión Hernández García.  

Veo que mucha gente te escribe con la emoción de encontrar La zarza en Internet, me sumo a ellos, te felicito y te lo agradezco infinitamente.  

Me llamo Susana, vivo en Bahía Blanca (700 km al sur de Buenos Aires), tengo 43 años, estoy casada con Jorge y tenemos 4 hijos. La tercera de ellos, la única mujer, se escribe con Alba, una de las nietas de Margarita.

Una vez más gracias por la emoción. Contestame, prometo volverte a escribir contándote más cosas o preguntame vos si querés saber algo. 

Saludos para mis amigos de allí y un fuerte abrazo para vos.  SUSANA  

Mari-Cruz, su marido Agustín y su hermano Jerónimo ( 1960 )

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