Zarza  de  Pumareda                           Galería de arte


 

 

Autora: Maribel Hernández (Vallivana)
Tema: La Zarza- Puerta
Técnica: Óleo s/ lienzo

LA  PUERTA

Esa puerta maciza. Esa puerta trancando el tiempo o los recuerdos. Esa puerta recia y decidida a permanecer por siempre. Esa puerta segura a fuerza de clavos, de lluvia y sol, de viento, quizá de ventarrón. Quizá de chubasco de tormenta. Esa puerta empeñada en sujetar a la pared, dispuesta a que las piedras no se salgan de su sitio. Esa puerta que es la eternidad de La Zarza.

Si tuviera que bautizarla, la nombraría Puerta de Maribel. Los cuadros de Maribel son casas y puertas, más casas y más puertas, todo casa y puerta. Es decir, los cuadros de Maribel son lo que quedó dentro y lo que salió para airearse. Los cuadros de Maribel son el tiempo.

¿A cuántos ha visto, nos ha visto caminar frente a ella sin preguntarnos qué ni por qué?. ¿A cuántos nos ha visto reír o llorar, pero nunca indiferentes, siempre dispuestos a reír o llorar?. ¿A cuántos nos ha visto crecer, porque ya estaba ahí esa puerta mientras íbamos creciendo?.

Es esa puerta una página de soledad que no quiere estar sola, que no puede estar sola. Contra lo que sea, permanece ahí, gritando que es más fuerte su constancia que nuestra huida. Permanece ahí, quién sabe guardando dentro qué, quien sabe si esperando a que alguien la empuje para devolver cualquier secreto.

Me llama tanto esa puerta que desearía que se abriera, aunque solamente fuera el cuarterón. Estoy convencido de que por él se precipitarían un montón de recuerdos todavía descansando, todavía esperando. Todas las casas tienen puertas, pero algunas guardan más. Esta puerta es centinela de sí misma, aseguradora de si misma Su color añejo es su identidad. Si me acerco y toco con los nudillos, contestará el tiempo: ¡adelante!. Ese tiempo que es del mismo color agarrotado, de ese color esperando, de ese color de piedra musgosa, de ese color de tonalidad de vejez.

Esta es la puerta del tiempo que yo fui, que fuimos todos, del tiempo que a mi me guardó, que nos guardó a todos, del tiempo que estoy recuperando. Que no hay tiempo muerto mientras haya memoria y puerta que la proteja. Que no hay tiempo muerto mientras  esté ahí Maribel para pintarnos la puerta del tiempo.

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ADOLFO  CARRETO
Caracas - Venezuela  2003