Zarza de Pumareda Galería de arte |
|||||||
|
|||||||
|
|
LA PUERTA |
|||
Esa
puerta maciza. Esa puerta trancando el tiempo o los recuerdos. Esa
puerta recia y decidida a permanecer por siempre. Esa puerta segura a
fuerza de clavos, de lluvia y sol, de viento, quizá de ventarrón. Quizá
de chubasco de tormenta. Esa puerta empeñada en sujetar a la pared,
dispuesta a que las piedras no se salgan de su sitio. Esa puerta que es
la eternidad de La Zarza. Si
tuviera que bautizarla, la nombraría Puerta de Maribel. Los cuadros de
Maribel son casas y puertas, más casas y más puertas, todo casa y
puerta. Es decir, los cuadros de Maribel son lo que quedó dentro y lo
que salió para airearse. Los cuadros de Maribel son el tiempo. ¿A
cuántos ha visto, nos ha visto caminar frente a ella sin preguntarnos
qué ni por qué?. ¿A cuántos nos ha visto reír o llorar, pero nunca
indiferentes, siempre dispuestos a reír o llorar?. ¿A cuántos nos ha
visto crecer, porque ya estaba ahí esa puerta mientras íbamos
creciendo?. Es
esa puerta una página de soledad que no quiere estar sola, que no puede
estar sola. Contra lo que sea, permanece ahí, gritando que es más
fuerte su constancia que nuestra huida. Permanece ahí, quién sabe
guardando dentro qué, quien sabe si esperando a que alguien la empuje
para devolver cualquier secreto. Me
llama tanto esa puerta que desearía que se abriera, aunque solamente
fuera el cuarterón. Estoy convencido de que por él se precipitarían
un montón de recuerdos todavía descansando, todavía esperando. Todas
las casas tienen puertas, pero algunas guardan más. Esta puerta es
centinela de sí misma, aseguradora de si misma Esta
es la puerta del tiempo que yo fui, que fuimos todos, del tiempo que a mi
me guardó, que nos guardó a todos, del tiempo que estoy recuperando. Que
no hay tiempo muerto mientras haya memoria y puerta que la proteja. Que no
hay tiempo muerto mientras esté
ahí Maribel para pintarnos la puerta del tiempo.
|