VICENTE MARTIN CALVO (foto)

SALAMANCA, Julio 2003

Dos manos y un puerto

Un salmantino en silla de ruedas asciende el puerto de El Portillo, de 18 kilómetros, en algo menos de tres horas

Texto de/M. Puertas. Fotografía de J. Truco.

El salmantino Vicente Martín en compañía de la ciclista Dori Ruano.


DATOS DE INTERÉS

Nombre:Vicente Martín Calvo.

Edad: 36 años.

Profesión: Estudiante de Derecho.

Metas conseguidas:

Ha subido, con su silla de ruedas picos españoles tan conocidos e importantes como el Angliru y los Lagos de Covadonga en Asturias y, La Covatilla y la Peña de Francia en Salamanca.

Último logro

Vicente recorrió ayer los 18 kilómetros que separan las localidades de Las Mesetas (Cáceres) y La Alberca (Salamanca), entre las que se encuentra el puerto de El Portillo con altitud de1.240 metros y un 11% de desnivel.

 

Apoyo a los discapacitados

PREFIERE no hablar de gesta, menos de hazaña. Tampoco de dar lecciones a nadie, «si acaso a mi mismo», dice, pero lo cierto es que no hay pendiente que se le resista desde que hace unos años decidió dedicar anualmente un día del verano a superar una meta más dura, si cabe, que las que ya tiene a diario en su vida.

El protagonista de esta historia es Vicente Martín Calvo, un salmantino de 36 años, que lleva toda la vida en silla de ruedas a consecuencia de una de las variantes del denominado síndrome de los 'niños de cristal'.

Si años atrás fueron el mítico Angliru (Asturias), La Covatilla (Salamanca), Los Lagos de Covadonga (Asturias) o la subida a la Peña de Francia (Salamanca), ayer quedó atrás en su particular carrera deportiva el recorrido de 18 kilómetros que hay entre la localidad de Las Mestas (Cáceres) y La Alberca (Salamanca), en medio del cual se encuentra el conocido puerto de El Portillo, de unos 12 kilómetros y 1.240 metros de altitud, con rampas que llegan al 11% de desnivel.

Apoyo incondicional

Poco antes de las once de la mañana, Martín Calvo, acompañado como es habitual de familiares y amigos, efectuó la salida.

En esta ocasión, lo hizo escoltado por un gregario muy especial, la ciclista de la tierra y campeona del mundo Dori Ruano que, al igual que hiciera el año pasado el ex ciclista Lale Cubino en La Covatilla, se sumó a la iniciativa de Vicente, llegándole a proponer incluso el recorrido hace escasas semanas, cuando coincidieron en la tradicional gala del deporte salmantino.

Vicente, aunque entrena habitualmente en otro extremo de la provincia charra, en Las Arribes del Duero, donde se encuentra su pueblo, Zarza de Pumareda, no sólo aceptó la propuesta de Dori Ruano, sino que como se pudo ver ayer la cumplió con éxito sobre el asfalto, fruto de su continuo afán de superación.

El tesón de un deportista nato pudo un año más con un camino, al final del cual, Vicente se mostraba «hecho polvo».

Con esta expresión, reconocía que en el último tramo de la subida y bajo un sol de justicia, lo pasó «bastante mal» hasta que logró alcanzar la cima.

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